lunes, 29 de junio de 2015

Infraestructura para el desarrollo.

El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), junto con Nacional Financiera, organizó la conferencia “Infraestructura en el Desarrollo de América Latina” con la intención de reunir a expertos del sector gubernamental, la academia y el sector empresarial para que expusieran sobre las tendencias y las reflexiones en varias temáticas como: transporte, energía eléctrica, telecomunicaciones, agua, innovación, cambio climático, ciudades del futuro, entre otras. Estos elementos son fundamentales porque conforman la “base” de cualquier sociedad para que se puedan llevar a cabo las tareas que generan los productos y servicios, las operaciones de comercialización, las transacciones o intercambios, así como, facilitan el quehacer en los hogares y las actividades de la vida cotidiana. El evento se realizó en las instalaciones de un hotel en el Distrito Federal.


CAF es una institución que procura impulsar el desarrollo económico mediante el otorgamiento de financiamientos o recursos para apoyar las iniciativas –proyectos- que busquen fortalecer o acrecentar la “base” en comento, en otras palabras, la infraestructura. México es miembro junto con otros países de la región (por citar algunos: Argentina, Brasil, Costa Rica, Chile, Jamaica, Trinidad y Tobago), también cuenta con la presencia de España y Portugal. Y participan catorce bancos comerciales.


El Dr. Fernando Aportela Rodríguez, Subsecretario de Hacienda, encabezó la  inauguración del evento, y el Dr. Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda, la clausura. Algunos de sus pronunciamientos a destacar son:


Primero, la importancia que implica la infraestructura para fomentar el crecimiento económico.


Segundo, resaltaron que el entorno internacional ha estado afectando el desempeño de los países. Ante este hecho, expresaron que México necesita ir construyendo los cimientos para aminorar la dependencia en relación con los acontecimientos que ocurren en el extranjero.


Tercero, puntualizaron que un requisito para promover la inversión en infraestructura es la estabilidad macroeconómica. Presumieron los bajos niveles que se tienen en el país en cuanto a inflación, el costo del dinero (interés) y el endeudamiento público; así como, la disciplina fiscal, a pesar de los recortes anunciados (enero y abril del presente año), se reiteró que no se dará un paso atrás con las iniciativas que tengan que ver con la infraestructura, si no que México tiene las condiciones para detonarla.


Cuarto, la puesta en marcha durante la actual administración federal de las reformas estructurales (energética, telecomunicaciones, financiera, entre otras).



Y finalmente, las acciones que se han emprendido para que la banca en el país sea segura, sólida y se encuentre más cerca de los usuarios.

lunes, 22 de junio de 2015

Juego monetario entre Banco de México y la Reserva Federal.

Durante la semana pasada, se cumplió –de acuerdo con el calendario- la reunión programada por parte del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FED) en Estados Unidos. El anuncio que destaca fue no aumentar el rango porcentual objetivo, ubicado entre el 0 al 0.25 por ciento, en la tasa de los fondos federales; esta decisión se debió a la “postura” por seguir apoyando –no obstaculizar- el crecimiento económico hacia su máximo potencial y lograr la estabilidad en los precios de esta nación (converger al 2 por ciento).



Esta historia ya se volvió un “disco rayado”. Y se seguirá especulando sobre cuándo las autoridades monetarias norteamericanas tomarán la medida por incrementarla; ahora, las posibilidades se reducen a cuatro “momentos” para este 2015, es decir, las próximas juntas del Comité: 28 y 29 de julio; 16 y 17 de septiembre; 27 y 28 de octubre, y 15 y 16 de diciembre. Hay otras opiniones que recomiendan que la FED debería de esperar con el inicio de la “normalización” en la política monetaria hasta principios o mediados del 2016. Así que, las noticias económicas y financieras girarán alrededor de la incertidumbre por este tema.



Mientras tanto, el Banco de México puso a disposición del público en su portal de Internet la minuta de la reunión del 4 de junio del 2015 durante la cual se analizaron las condiciones y las perspectivas económicas externas que afectan al país, así como, las internas para también decidir en relación con la tasa objetivo, manteniéndola en el 3 por ciento. De esta manera, el mensaje que se reitera por parte de la banca central mexicana es ajustarse a los movimientos en Estados Unidos; por un lado, no resultaría conveniente adelantarse con una subida porque los costos superarían a los beneficios, y por el otro, no reaccionar de manera inmediata generaría un escenario no adecuado (se presentaría una fuga de capitales, crecería la demanda por el dólar y se reduciría su oferta, esto provocaría que el precio por esta divisa se fijará en los dieciséis pesos o más, se tendría una mayor probabilidad de que lo anterior pudiese “contaminar” las expectativas en precios, perdiéndose el éxito por consolidar la meta inflacionaria).




También lo que se dejó en claro en la más reciente sesión de la Junta de Gobierno del Banco de México es que ante cualquier amenaza por no converger hacia el 3 por ciento en inflación, no se dudará en subir la tasa de interés objetivo, independientemente de lo que haga la FED. ¡Y está bien que cumpla con su labor la primera institución! El problema que ocasionaría sería desalentar las inversiones productivas porque el financiamiento se volvería más costoso, aquí la lista de los limitantes al crecimiento económico se ampliaría –tomando como base el libro de Arturo Huerta González- de dos (peso fuerte y disciplina fiscal) a tres (agregar la “defensa” por la estabilidad en precios). En contraste, el impacto positivo -subir el interés- recaería en los ahorradores.

lunes, 15 de junio de 2015

Banco Mundial: perspectiva económica de México, 2015

Ahora, el Banco Mundial informó, a través de su reporte “Grupo Banco Mundial, Perspectivas económicas mundiales”, de que México crecerá menos durante este 2015. Al principio del año, la institución pronosticó que la tasa del Producto Interno Bruto (PIB) sería del 3.3%, y la nueva estimación quedó en 2.6% (hace un par de semanas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos hizo lo propio, al bajarlo del 3.9% al 2.9%). Y el reajuste se debe a dos razones. 



La primera, la “lentitud” económica que está teniendo los Estados Unidos. Inclusive, el Departamento de Comercio de este país presentó -29 de mayo- el dato revisado sobre el PIB norteamericano para los primeros tres meses de este año, quedando en -0.7%, en contraste, el primer dato fue del 0.2%. Y para complementar lo anterior, en la más reciente encuesta mensual (la de junio que se aplicó durante los últimos días de mayo) a algunos especialistas del sector privado que elabora el Banco de México, resaltó la opinión de que el PIB del vecino del norte será del 2.48% en este 2015 (cifra promedio que se obtiene de los treinta y cinco grupos de análisis y consultores que son involucrados en el ejercicio de consulta); pero sí se compara con la del ejercicio anterior, se tuvo una cifra del 2.81% (encuesta de mayo que “recopiló” la información a finales de abril); en consecuencia, se identifica una “ligera” disminución.



Segunda razón, el bajo precio internacional del petróleo. Este punto también lo expresó el Secretario de Hacienda, Dr. Luis Videgaray Caso, en una conferencia ante Consejeros de una institución bancaria, expresó que esta situación va a prevalecer en los próximos meses –corto plazo-. Sin embargo, una buena noticia fue el descubrimiento de cuatro campos petroleros en el Golfo de México, próximos a las costas de Tabasco y Campeche; permitirán incrementar la plataforma de producción en doscientos mil barriles por día, aunque este beneficio se logrará concretar hasta el 2017.



Siguen sobresaliendo los factores externos como los culpables del crecimiento económico en México. Incluso, hay que agregar el debate sobre cuándo los responsables de la Reserva Federal en Estados Unidos decidirán el comienzo de la “normalización” en la política monetaria (subir las tasas de interés), será en septiembre o a finales del año (¿?), o tomarán en cuenta la recomendación del Fondo Monetario Internacional para postergarla hasta el 2016.


Y lo anterior se vuelve más complejo ante la “aparición” de datos mixtos para el vecino del norte. Por un lado, la mala nota del indicador revisado (PIB) que informó el Departamento de Comercio, este hecho impulsa las voces para que su instituto monetario no haga movimientos porque no es el momento ideal para incrementos. Por otro lado, los 280,000  empleos que se generaron durante mayo, se esperaban menos (260,000); por lo tanto, esta situación manda el mensaje de que la economía ya se ha recuperado, ha salido de la mala racha, y es adecuado regresar a la etapa de la “normalización”.


Estos anuncios fueron los que explicaron –en parte- la volatilidad en la cotización del dólar en los mercados cambiarios en México durante la semana pasada, por eso, el precio de la divisa verde “saltó” a los dieciséis pesos.



   

jueves, 11 de junio de 2015

OCDE: perspectiva crecimiento México 2015.

Durante la semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a través de su Jefa del Departamento de Economía, Catherine L. Mann, presentó el panorama económico que atraviesa el mundo en estos primeros meses del 2015, así como, algunos datos que se esperan para éste y el siguiente año. Con el anuncio, se pusieron a disposición del público, en el portal Web de la institución, la información en comento y los pronósticos respectivos. A partir de lo anterior, se tomaron –solamente- las estimaciones que pudiesen ocurrir para finales del año en curso en México y para las siguientes variables –tres-: la tasa anual del Producto Interno Bruto (PIB) será del 2.9%; la tasa de desempleo finalizará en 4.7%, y la inflación se ubicará en 3.5%.


Hay que destacar que la OCDE prevé que la economía mexicana crecerá menos, si se compara con la cifra previa que manejó del 3.9%. De esta manera, la institución se suma al consenso –no voluntario- que ya manifestaron otras “voces” (Fondo Monetario Internacional, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Banco de México, y especialistas del sector privado que son encuestados) sobre lo que se espera a los residentes nacionales. ¿Está situación es buena o mala? Depende del cristal con que se mire.


Resulta no conveniente porque el crecimiento del país depende de los acontecimientos internacionales. El principal factor que influye es la situación económica “modesta” que sufre los Estados Unidos; inclusive, su Departamento de Comercio presentó la cifra revisada de su PIB para los primeros tres meses del 2015, teniéndose un -0.7%, en contraste, el primer dato que dio a conocer fue del 0.2%. El dólar sigue siendo “presa” de la apreciación. Continúa la incertidumbre sobre cuándo subirán las tasas de interés en esta economía. Los problemas que podría enfrentar Grecia por no cubrir los vencimientos de su deuda. El precio internacional del petróleo que no se recupera a los niveles que alcanzó hace un año.


No es afortunada porque la dinámica de México no se “mueve” a partir de los motores internos o propios. Además, al revisar la serie histórica del PIB nacional para tener un panorama más amplio, “recuerda” la tendencia hacia la baja en este indicador desde hace décadas. Y no es conveniente por el momento social y político que se atraviesa ante el proceso electoral, la percepción de inseguridad y corrupción, y –todavía de “pilón”- la cancelación de la evaluación magisterial.


Por otro lado, a pesar de lo escrito previamente, las notas buenas a destacar son: a) la tasa anual del PIB del 2.5% para el primer trimestre de este 2015 en México (peor hubiera sido una cifra negativa o cuando menos se creció un poco más a lo que esperaban los analistas); b) una reserva internacional suficiente que se está utilizando para controlar la volatilidad que ha presentado el peso en lo que va del año; c) la disponibilidad de la línea de crédito flexible que autorizó el Fondo Monetario Internacional; d) la creación del Sistema Nacional Anticorrupción; e) no obstante, la suspensión de la evaluación para los maestros, el resto de las reformas estructurales van “caminando”; f) la Junta de Gobierno del Banco de México mantuvo en 3% la tasa de interés interbancaria a un día; g) la inversión fija bruta aumentó en 5.3% en marzo de 2015 en relación con el mismo mes del 2014; h) se logrará la meta inflacionaria; i) la “lucha incansable” por la estabilidad macroeconómica, y j) los espectaculares anuncios de inversión por parte del Grupo Modelo y GICSA.


¡La información está en la balanza! Señal de datos mixtos, y por ende, la incertidumbre económica.    
   






lunes, 1 de junio de 2015

Las fuentes del crecimiento económico: educación.

Hace dos semanas, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía presentó el dato más reciente sobre el Producto Interno Bruto (PIB). La economía mexicana creció un 2.5% durante el primer trimestre del 2015 en relación con el año pasado. Esta cifra es la base para escribir un sinfín de temáticas, y en esta ocasión, el espacio se dedicará a las fuentes del crecimiento económico, con énfasis en la esfera educativa.


El abordaje del tema se puede iniciar de tres enfoques –no son los únicos-. Primero, la variación del PIB depende de la disponibilidad y aprovechamiento de los factores –insumos- de la producción (mano de obra, maquinaria, equipo, herramientas, recursos naturales, nivel tecnológico, y la administración de todo). El segundo es que los “motores” del crecimiento serán los componentes de la llamada demanda agregada (el consumo de las familias, las inversiones que realicen los empresarios, el gasto público y las actividades del sector externo). Y el tercero es la postura “institucionalista”, es decir, el cumplimiento y ejecución de la normatividad –regulación- o “reglas del juego”.


A partir de lo anterior, a su vez, se podría indagar en cada variable. Algunas interrogantes de partida. ¿Es calificada la mano de obra en el país? ¿Es suficiente en cantidad? ¿Por qué la productividad del trabajador mexicano en los últimos años ha presentado una tendencia hacia la baja? ¿Por qué la innovación tecnológica está rezagada si se compara con Estados Unidos y/o Alemania? ¿Por qué no se pueden registrar cantidades similares de patentes como ocurre con la economía americana? ¿Por qué se sigue dependiendo de la importación en capital? ¿Por qué no bajar los impuestos para impulsar el consumo de las familias? Y las preguntas podrían seguir…


¿Y las respuestas? ¡Muchas! ¿O qué se está haciendo al respecto para lograr soluciones? En particular, se enfocará la atención sobre el asunto de la calidad educativa en las instituciones que ofertan carreras profesionales. ¿Y por qué? Porque la Universidad Autónoma de San Luis Potosí organizó el Coloquio Internacional sobre Evaluación de Resultados de Aprendizaje en Educación Superior. Se contó con la participación de expertos en el tópico: Dr. Salvador Malo Álvarez, Director de la Dirección General de Educación Superior Universitaria de la Secretaría de Educación Pública (SEP); Mr. Michael Stevenson, Representante de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE); Mtro. Rafael Vidal Uribe, Coordinador General de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES); Mtra. María de Jesús Jovita Arzúa Hernández, Coordinadora de los Exámenes Diagnósticos para la Licenciatura (EXDIAL) del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (CENEVAL); Mtra. María Elena Barrera Bustillos, Directora General del Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería, A.C. (CACEI); entre otras personalidades.



Se enlistan algunos comentarios del evento:


•           Desde que se nace, el ser humano está expuesto a la constante evaluación.

•           Se expresó que la tarea, verificación de los estándares de calidad, resulta complicada por la cantidad de sistemas educativos existentes a nivel superior y la heterogeneidad de los programas académicos.

•           No es posible lograr una evaluación que sea “buena, bonita y barata”; si se quiere contar con las dos primeras características, se tendría que incurrir en un alto costo.

•           Se debe de distinguir entre el título universitario que expide una institución acreditada y el que obtiene el profesionista quien egresó de una casa de estudios que carece de ese reconocimiento. Manejar un trato diferenciado (no tienen la misma importancia). 

•           En el proceso de la evaluación hay que tomar en cuenta la evolución que ha tenido y enfrentará la impartición de la educación en las aulas. Antes, la problemática del estudiante era la carencia de información; actualmente, no sabe qué hacer o cómo manejarla. 


Si se desea progresar, crecer en la economía y saber sí se está cumpliendo con las tareas en la formación de capital humano, hay que sumarse a la medición.


¡La evaluación llegó para quedarse!