lunes, 6 de julio de 2015

¿La tragedia griega en México?

Se cumplió la fecha, el gobierno griego no contó con el dinero para cubrir la deuda con el Fondo Monetario Internacional (aproximadamente, de 1,600 millones de euros), convirtiéndose en la primera economía del mundo desarrollado que cayó en impago en los setenta años de vida de este organismo. Además, la situación se vuelve complicada porque se acercan otros compromisos monetarios (refinanciamiento de bonos y el préstamo con el Banco Central Europeo).

Ante estos hechos, los acreedores se estarán preguntando: ¿qué hacer?, ¿cómo proceder?, ¿preparados o no para enfrentar la situación de no disponer del dinero que están creyendo recibir en los momentos establecidos?, ¿sus fondos actuales serán suficientes para enfrentar este episodio?, ¿durante cuánto tiempo podrán aguantar?, ¿estarían dispuestos a condonar una parte de la deuda?, ¿permitirán que Grecia entre a la bancarrota y eliminar las posibilidades para recuperar algo? Inclusive, ¿negociar o no hacerlo a pesar del referéndum ciudadano, al que están convocando las autoridades helenas, para que se decida si aceptarán o no las condiciones que se les imponen (reformas económicas y fiscales que implican austeridad) para seguir recibiendo los fondos de rescate que les permita salir a “flote”?

Estas interrogantes causan incertidumbre, hay temor de que las dificultades se extiendan más allá de las fronteras europeas, y volver a sufrir un escenario fatalista en el terreno económico y financiero, y todavía “fresco” el recuerdo de la crisis del 2008 – 2009. Aunque, el Gobernador del Banco de México declaró que se le está dando demasiada importancia al tema, Grecia no tiene el alcance para provocar un desastre mundial, México estará seguro porque las relaciones comerciales entre los dos países no son significativas si se contrastan contra Estados Unidos; es decir, no hay un canal directo que podría deteriorar a la economía mexicana, pero no descartar la vía de triangulación de que la nación helénica “contamine” a Europa, y ésta a los norteamericanos.

Actualmente, lo que llama la atención es el incremento en el precio del dólar en términos de pesos (durante la semana rebasó la cantidad de dieciséis). Se utiliza como una explicación de lo anterior lo que está sucediendo en Grecia porque ante las expectativas de problemas a la vista, la actitud de los inversionistas es “cubrirse”, “protegerse” o “refugiar” sus dineros en una moneda “fuerte” como la divisa verde, por ello, la necesidad por comprarla, provocando un aumento en la demanda, y en consecuencia, lo que se ha estado observando en el mercado cambiario.

Sin embargo, se deben observar otros parámetros para asegurar que no habrá una depreciación que impacte al sistema económico nacional como: el diferencial entre las tasas de interés y de inflación en relación con el principal socio del país –Estados Unidos-; la tendencia en el saldo de la balanza comercial y de pagos; el monto en las reservas internacionales; la evolución y pronóstico del Producto Interno Bruto de México; la expectativa sobre cuándo la Reserva Federal iniciará con la “normalización” en su política monetaria; no olvidar los mecanismos de intervención (subastas de dólares) por parte del Banco de México vigentes hasta finales de septiembre del año en curso, y se recomienda buscar en Internet la anécdota del “índice ranchero ponderado”.  

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