Este
12 de septiembre del presente año, inició el curso denominado “Cátedra Banco de
México” en las instalaciones de la Facultad de Economía de la Universidad
Autónoma de San Luis Potosí. Está dirigido a los estudiantes de la Maestría en
Economía Matemática y a los catedráticos, quienes imparten materias relacionadas
con el quehacer de la banca central en el país. A través de diez sesiones
(conferencias), se pretende alcanzar el objetivo que de que los asistentes se
familiaricen con las actividades fundamentales que lleva a cabo la institución
en comento, y cómo sus tareas influyen en la macroeconomía, en el sistema
financiero, y en el desarrollo de una economía. Las pláticas estarán a cargo de
especialistas quienes laboran en el Banco de México (Banxico).
La
“Cátedra Banco de México” surgió por la iniciativa del Ex-Subgobernador del
Banxico y economista Everardo Elizondo Almaguer. Su propósito, y que sigue
vigente aún, era devolverle a la academia y a la esfera universitaria, el
esfuerzo y la dedicación en su formación profesional. El Mtro. Elizondo es
egresado de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Un
aspecto importante que se destacó durante la primera de diez sesiones de este
curso fue el tópico sobre la educación financiera en México. Desafortunadamente,
no hay una cultura o una base de conocimientos sobre la normatividad, el
funcionamiento y los beneficios que se podrían obtener de las organizaciones
que constituyen el sistema financiero nacional.
Una
primera problemática que se tiene es que los usuarios que puedan “disfrutar” de
recursos monetarios excedentes (una vez que cubren sus necesidades básicas para
la sobrevivencia y la convivencia), no los emplean en opciones de inversión que
les permiten recuperar el monto inicial apostado más una ganancia. Lo que se
acostumbra es guardarlos en casa, en el clásico “debajo del colchón” porque es
lo más seguro y se tiene una disponibilidad inmediata de efectivo. Además,
asignarlo a una cuenta de ahorro, no es lo más conveniente por la baja tasa de
interés (pasiva) que se ofrece.
Sin
embargo, guardarlo en el colchón resulta peor que entregarlo a una institución
del sistema financiero. Ciertamente, no se gana “mucho”, pero cuando menos, sí
se invierte en algún instrumento que ofrezca como rentabilidad –mínimo- la tasa
de variación de los precios en una economía (inflación), no habría pérdida en
el poder adquisitivo del dinero. Para ejemplificar lo anterior, se explicará que
si alguna persona dispone de cien pesos, sino los utiliza en la compra de un
bien y/o servicio, los puede guardar en la alcancía y mantenerlos ahí por dos
meses; durante este tiempo, esa cantidad monetaria ha perdido valor debido a la
inflación registrada en ese lapso. Es decir, la persona con esos cien pesos,
comprará menos después de que decidió romper el “cochinito” y emplearlo para
cubrir una necesidad.
Una
estrategia, emprendida por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para
combatir la escasa cultura en la materia referida, es la creación y promoción
del portal en Internet sobre los cetes directo, e inclusive, puso a disposición
del público infantil la de cetesdirecto niños. La intención es que la población
en el país, se familiarice con el mundo de los instrumentos financieros; y que puedan
“abrir” o “experimentar” con una inversión con el monto mínimo de cien pesos.
Igualmente,
Banxico organiza concursos que tienen el propósito de que los estudiantes
“despierten” su curiosidad por ese mundo de las finanzas privadas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario