lunes, 23 de febrero de 2015

A propósito del… Informe Trimestral BANXICO.

El Gobernador del Banco de México, Dr. Agustín G. Carstens Carstens, presentó el Informe Trimestral, Octubre – Diciembre 2014. Este documento incluye la descripción de las condiciones económicas que se enfrentaron en México y en el mundo durante el año pasado –con énfasis en el periodo en comento-. Asimismo, ofrece varios pronósticos en algunas variables (crecimiento, empleo, inflación, saldo en la cuenta corriente y balanza comercial) para el país en este 2015 y 2016. Veamos.

En relación con el crecimiento económico para 2015, medido por la tasa de variación anual del Producto Interno Bruto (PIB), el Instituto Central lo modificó hacia la baja en comparación con el Informe Trimestral, Julio – Septiembre 2014. En este reporte se estableció que se esperaría un rango entre el 3.0 al 4.0 por ciento, en contraste, en la versión más reciente se maneja un intervalo entre el 2.5 al 3.5 por ciento. Las razones que enlista el Banco de México para sustentar la disminución son: a) que la economía mundial, y en particular, la de Estados Unidos no logren el nivel esperado de crecimiento; b) que siga la volatilidad e incertidumbre en los mercados financieros internacionales; c) que prevalezca la caída en el precio internacional del petróleo por razones de sobreoferta, y d) que continúe el deterioro social en México.

La lista anterior permite plantear los siguientes canales de causas – efectos que “pegarían” sobre la economía doméstica. Primero, sí los Estados Unidos no tienen el dinamismo que se esperaría (causa), entonces, los perdedores serían los exportadores nacionales porque van a vender menos (efecto). Segundo, sí los ingresos fiscales se mantienen en una trayectoria hacia la baja por la menor cotización del petróleo (causa), entonces, se tendría que volver a reducir los gastos que se tenían pensado ejercer por parte de las autoridades en el aparato gubernamental (efecto). Y tercero, sí los problemas sociales en Guerrero, Michoacán y Tamaulipas siguen (causas), entonces, los inversionistas no tendrían los incentivos para fomentar y concretar sus negocios, y en consecuencia, la generación de empleos (efecto).

Tres de los cuatro componentes que constituyen la demanda agregada de la economía mexicana podrían ir a la baja (solamente el consumo se salvaría), y por estas razones, se tiene argumentos para justificar el pronóstico no alentador. Sin embargo, el Banco de México también expone las causas que podrían estimular la tasa de crecimiento anual del PIB, entre ellas, a destacar: a) que la economía vecina del norte logrará un mayor dinamismo por la disminución en los costos de la energía, y b) que las expectativas de los inversionistas sean favorables para colocar sus dineros a pesar del ambiente social.

La descripción anterior invita también a la reflexión sobre las condiciones en la oferta agregada (no ignóralas o dejarlas de lado). Es decir, la revisión de la situación en el mercado de la fuerza de trabajo (desempleo, informalidad, población subocupada); los efectos en el aparato productivo por la reforma laboral; el impulso o rezago en la productividad; el atraso en la generación de patentes (investigación más desarrollo); la explotación sustentable de los recursos naturales; el diferencial entre salarios que se pagan en Estados Unidos con México, y la lista sigue… Así que, en el estudio sobre el crecimiento económico resulta importante tomar en cuenta los componentes de la demanda agregada (consumo, inversión, gasto gubernamental y sector externo) y la oferta agregada (los insumos para la producción).


(El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática informó que la tasa de crecimiento del PIB para México durante el 2014 fue del 2.1 por ciento. En la próxima entrega se comentará sobre este tópico).

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